Se reúnen la Meningitis, la Hepatitis y el Sida, que cansados de hacer el mal en el mundo, deciden hacer una obra de bien.
Después de un corto conciliábulo, deciden contagiar a (POLÍTICO/A a gusto del lector) para acabar con el/ella.
Le toca en suerte ir primero a cumplir su misión a la MENINGITIS, que parte con aires de suficiencia, pero al cabo de dos días regresa compungida:
- No he podido cumplir la misión, me es imposible ingresar en su cerebro, ¡NO TIENE!
Acto seguido le corresponde intentar a la HEPATITIS, que parte gallardamente, pero al cabo de tres días regresa cabizbaja:
- Tampoco me ha sido posible cumplir con la misión, no es posible contagiarlo/a ya que cada vez que se manda una cagada, se lava las manos.
Finalmente, el SIDA toma la posta y sabiéndose casi imposible de detener, con gran soberbia parte a destruir a dicho político/a. Pero para sorpresa del resto regresa más que abatido al cabo de cinco días:
- Lo he intentado todo, pero a mí también me fue imposible contagiarlo/a ¡ESTÁ RODEADO/A DE FORROS! |
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