Nadie se salva de los cuernos | |||
Una tarde el ejecutivo de una importante empresa, decide darse un respiro en sus labores, y se va con su hermosa secretaria a un motel para pasar un "merecido" rato de placer, seguro de que su mujer, tan tierna e inocente, no se atrevería ni siquiera a imaginar lo que haría. Al llegar al motel, encuentra allí parqueado el convertible de su suegro, e inmediatamente piensa: "Mire en lo que anda el viejo sinvergüenza; le voy a jugar una broma, para que no sea tan prostituto." Acto seguido le quita las copas a las 4 ruedas al convertible, las guarda en el baúl de su carro, y luego se adentra con la secretaria a hacer lo que tenía que hacer, tranquilamente. Cuando sale, el carro de su suegro ya no está, así que decide irse a su casa para entregarle las copas y terminar la broma. Al llegar a la casa del suegro, lo saluda como si nada hubiese pasado: -Hola don Pedrito; ¿cómo esta...? le noto como contrariado. -¡Y como no voy a estar contrariado, con estos hijos míos, tan estúpidos e insensatos! -Pero que que pasó suegrito, cuénteme... -dice el yerno apenas pudiendo contener la risa. -Como te parece que le presto el coche a mi hija, a la idiota de tu mujer, para que vaya a la iglesia, y le roban las 4 copas del carro mientras ella está REZANDO...! | |||
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