Marido confundido | |||
Simeón despertó aquella mañana con una tremenda cruda, (resaca o guayabo). La noche anterior se había estado de parranda fuera de casa... bebió tanto, que ni siquiera se acordaba como había regresado a su casa. Cuando abrió los ojos, quedo desconcertado con lo primero que vió. En la mesita de noche había una jarra con agua y mucho hielo, dos cervezas frías, dos tabletas efervescentes, un vaso, y recostado sobre el vaso una esquela perfumada con una nota que decía: "Esposo mío, mi corazón: Salí un momento, pero regreso pronto para estar contigo y atenderte como te mereces. Te he dejado estas cosas sobre la mesita para que alivies un poco el malestar que tal vez sientas después de la borrachera de anoche... Te he preparado un caldo "levanta muertos" como a ti te gusta, que te espera en el comedor. Le pedí a nuestro hijo que te lo sirva y que esté pendiente de ti mientras regreso. Recibe un beso con todo mi amor. Tu esposa que te ama." El hombre se restregó los ojos; no podía creer lo que estaba viendo, pero era verdad. Así que se bebió las cervezas, se dio una ducha, se coloco una levantadora y bajó al comedor. Tal como lo decía la nota de su esposa, allí estaba su hijo para atenderlo; le saludo con cariño y le sirvió el caldo bien calentito. Mientras comía se empezó a hacer las preguntas lógicas: ¿Qué esta sucediendo aquí? ¿Estaba soñando? ¿Era aquello un espejismo como los que tienen los perdidos en el desierto? ¿Era la resaca?... No pudo responderse, así que le preguntó a su hijo : -Que está pasando... ¿a que hora llegué anoche...? -Creo que eran como las 4 de la madrugada... -contesta el hijo- llegaste en la más soberbia borrachera. Chocaste el carro y lo "estacionaste" atravesado en el andén; pisaste al gato; te vomitaste en la sala y arruinaste la alfombra nueva, te measte en la nevera. Luego te rodaste por la escalera y ahí quedaste privado, sin sentido. Mamá me despertó para que la ayudara a subirte a la alcoba. -Y... ¿entonces? ¿ que pasó? ¿por qué todo esto? ¿por qué las cervecitas, la esquela perfumada con su romántico recado, el caldo y todas estas finas atenciones?" -Porque mamá te iba a desvestir para acostarte y cuando empezó a bajarte los pantalones tu gritaste: "¡QUIETA PERRA #%*&@!#* ... ZORRA ASQUEROSA! ¡YO SOY UN HOMBRE CASADO!" | |||
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