Las alternativas | |||
María, por recomendación de su esposo , fue al consultorio del médico y le pidió a la secretaria que la hiciera pasara cuanto antes porque tenía poco tiempo para regresar a su casa. La hizo pasar de inmediato y el doctor le dijo: - Su marido por teléfono me comentó que usted se niega a tener relación conyugal con él. Dígame aquí en confianza,la razón por la cual se niega usted a tener relación carnal con su marido. - Se lo diré, doctor, pero le ruego que no le vaya a revelar a mi esposo la causa por la cual nunca quiero tener sexo con él, pues eso acabaría con nuestro matrimonio. Ha de saber usted que mi marido es avaro. Aunque yo le entrego todo mi sueldo -y gano más que él-, para ir a mi trabajo me da sólo para ir en autobús. Yo prefiero ir en taxi. Cuando llego al lugar donde trabajo y le confieso al taxista que no traigo dinero, él se enoja y me dice: - Bueno: ¿me va a pagar o qué?. Yo escojo el "ó qué" usted me entiende. Debido a eso llego tarde al trabajo. Mi jefe, en cuanto llego al trabajo, me pregunta: - Bueno, ¿te despido ó qué?. Otra vez escojo el "ó qué". De regreso a mi casa tomo otra vez un taxi, y vuelve a suceder lo mismo. Cuando el taxista se entera que no traigo dinero me repite la pregunta: - Bueno: ¿me va a pagar o qué?. Por tercera vez en el día escojo el "ó qué". Al llegar la noche, cuando nos vamos a la cama, mi esposo se acerca a mí con intención erótica. Usted entenderá, doctor, que después de haberlo hecho tres veces durante el día me siento demasiado cansada para hacer el amor por cuarta vez. Esa es la razón por la cual lo rechazo. Al oír eso el facultativo paseó la mirada por los encantos de la paciente y luego le dijo: - Bueno, señora, ¿le cuento esto a su marido o qué? | |||
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