Qué susto! | |||
Un hombre tiene un hermoso lorito, pero su vocabulario es muy sucio. Frente a las visitas siempre le hace pasar verguenza. Una vez particularmente, se ha portado muy mal y el dueño decide encerrarlo en el gallinero. El gallo, confundiéndolo con un nuevo miembro de su harén, se lanza encima del bicho. - ¡Ché! ¡Pará! ¡Pará! ¡A mí me encerraron por malhablado, no por maricón! | |||
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